Lo mejor, el personal, en concreto Edith y su hijio! Su simpatía, su caracter y su buen hacer hacen que la casa mejore más si es posible.
Si, hay algún que otro mosquito que te hace buena compañía y te recuerda que estas en Cuba rodeado de naturaleza y que la piscina de la casa tiene agua, que por cierto, es fabulosa esa piscina.
La casa es espectacular, super centrica de todo, y muy bien acomodada. Sin duda, la experiencia ha sido perfecta!