Estuvimos 8 días y fue fantástico. Catalina y Nacho han sido unos magníficos anfitriones. El entorno, viendo el mar, en plena naturaleza, lo mejor. La casa es tal y como se ve en las fotos, muy amplia, con un jardín y una terraza-mirador con vistas increíbles. Lo único, por poner alguna pega, es que no tiene lavaplatos y que le falta algún sofá más cómodo. Pero realmente han sido unos días inolvidables, con la preciosa playa tan cerca y esos paseos por los acantilados... muy recomendable. Nosotros éramos una familia y amigos pero lo veo perfecto para grupos de amigos surferos.