La habitación era de literas con cortina para mayor intimidad, que por lo menos considero un básico en este tipo de sitios y algunos no lo tienen. El cajón para guardar tus cosas era bastante grande. Los baños estaban aceptablemente limpios para la cantidad de gente que había. Hay una pequeña cocina equipada para hacer uso si se quiere, yo no la usé.
Lo que no me gustó; en primer lugar el precio, casi 40€ por noche por una habitación compartida con otras 5 personas en la que yo estaba, había de más personas, pero me parece un poco caro la verdad, no estamos hablando de una habitación privada. Tampoco había candado para tu cajón y guardar tus cosas, parece que se olvida que estás en un habitación con desconocidos. Tampoco había toalla incluída, podías alquilarla, estas cosas me parecen un poco surrealistas. Las sábanas se las tenías que poner tú a tu cama, son cosas pequeñas que creo que son básicas en cualquier alojamiento en el que te hospedas,... por eso el precio no me pareció acorde. Por último, la regla de no poder estar en el salón a partir de las 11 de la noche no me gustó, me pareció algo absurdo y fuera de lugar, creo que en general la gente se comporta y puede estar hablando tranquilamente con otros huéspedes o pasar el rato allí si no quiere acostarse.