El lugar es hermoso, el oleaje es un arrullo constante que permite tener un sueño reparador y placentero. La playa es apta para caminarla, no para nadar porque es mar abierto.Los anfitiriones son muy amables, nos dieron un aventón al aeropuerto para rentar un auto y siempre nos dieron muy buenos consejos para aprovechar más el paseo.
Con respecto al hotel, nos topamos con el problema de que el restaurante abre hasta las 10 am y veníamos desayunando a las 11. Siempre hace falta el café de la mañana. Con respecto a las habitacionbes, nos quedamos en la que tiene 2 camas y el espacio es muy reducido, apenas 30 cm entre cama y cama. Hace falta una mesa en donde poner las maletas porque siempre estuvieron en el piso. Se eschuchan todos los ruidos e incluso los pasos de la habitación de arriba. Hay que solicitar la limpieza al cuarto, pues en 10 dias de estancia, sólo nos limpiaron una vez.
No recomiendo este lugar para niños menores de 5 años, pues es un lugar más apto para el relax para personas que quieren tranquilidad y además hay una terranza en el techo que no tiene barandal. Yo llevé un niño de 4 años al que tuve que estar vigilando para que no se subiuera a la terraza.
Si buscas quedarte 2 o 3 días en un lugar tranquilo, está bien, no es para estancias largas porque para salir, forzosamente tendrás que rentar un auto pues los taxis son bastastante caritos a la Cd. de Crucecita Huatulco ($800).