El alojamiento está increíble, sobretodo su ubicación en el ese pueblo tan precioso. Si que es verdad como dicen algunas reseñas que huele mucho a vaca, pero sinceramente es lo que buscábamos nosotros, campo!! A quien no le guste lo que es realmente el campo, esto no es para el. Pero sin duda es una experiencia única, super amables los vecinos y pudimos compartir momentos con ellos. La atención excepcional, muy atentos a nosotros Iñaki, Alba y Adrián. Aunque han habido algunos inconvenientes dentro de la casa, siempre han intentado solucionarlo lo antes posible, igualmente son cabañas y no se pueden pedir lujos, el lujo es la naturaleza que tiene. Repetiremos sin duda, gracias! ☺️