Fuimos en febrero y hacia mucho frío. La calefacción correcta. La ubicación muy buena en plena naturaleza con rutas preciosas para realizar. La limpieza dejaba mucho que desear: rincones sucios, suciedad detrás de los muebles, cocina sucisima.... Algunos muebles habría que cambiarlos: el sofa de la sala frente al televisor sucio, antiguo e incomodisimo. El calentador del agua caliente no lo dejaron regulado y tuvimos que llamar a la dueña por la noche por no podernos duchar. No repetiremos desde luego.