Mi experiencia en este hotel fue bastante decepcionante. Desde el inicio, noté varios problemas que afectaron mi estancia. Para empezar, la ventana del cuarto no tenía una cortina adecuada, solo una sábana colgada, lo que daba una sensación de descuido y falta de privacidad. Además, la puerta de cristal de la regadera estaba incompleta, lo que provocaba que el agua se filtrara al exterior, dejando el baño constantemente mojado y resbaloso. Otro gran inconveniente fue que no realizaron la limpieza del cuarto durante mi estancia; al preguntar al recepcionista, me dijo que no tenían llave del cuarto, lo cual me pareció inaceptable. La cama también fue un problema, ya que rechinaba con cualquier movimiento, dificultando mucho el descanso. Por otro lado, el área donde estaban el refrigerador y el microondas estaba en pésimas condiciones: el refrigerador contenía alimentos viejos y desordenados, necesitaba una limpieza profunda, y el microondas estaba viejo y oxidado, lo que no inspiraba confianza para su uso. Además, la mesita donde había café estaba sucia, no había agua caliente disponible, y todo en ese espacio reflejaba falta de mantenimiento. Sin embargo, debo reconocer dos aspectos positivos: la ubicación del hotel es muy céntrica, lo que facilita el acceso a lugares importantes, y aunque el estacionamiento es pequeño, siempre encontramos un cajón disponible. A pesar de esto, los problemas de limpieza, mantenimiento y comodidad opacaron mi experiencia.