El hotel en sí está decente, más cerca de ser un hostal que hotel. Tiene los servicios necesarios para vivir un par de días, baño privado, camas decentes y conexión a internet. La primera vez que fui a pagar me rechazaba la tarjeta y tuve que pagar en metálico, al querer ampliar mi estancia por una noche más ya funcionó el datáfono. Hay cosas a mejorar, algunas cerraduras de las puertas no inspiran mucha confianza y se escucha todo a través de las paredes, a los de al lado, los de arriba y los de abajo, además de todo el ruido de la calle.