La ubicación, para nuestro gusto es muy buena, ya que está lejos del bullicio del turismo, además, muy cerca del mismo hay un parque desde el que sale un bonito paseo peatonal (y para bicicletas) que llega hasta la playa. También muy cerca hay un supermercado en el que te atienden muy bien. Por otra parte Empuriabrava está en un lugar perfecto para ir a visitar Roses, Cadaqués, Figueres...
Pasamos pocos días en los que no tuvimos tiempo de probar la piscina con agua de mar, que tenía un aspecto muy apetecible, pero queda pendiente para la próxima visita.
El aparcamiento, sin problema, se notó algo que había más de coches el fin de semana, pero también se aparcaba muy bien (quizás en julio o agosto haya más dificultad, pero no tiene pinta de que vaya a ser complicado).
Rodolphe, muy simpático y amable, te explica todo al llegar, y en el apartamento tienen un álbum con información turística de toda la provincia.
La única peguilla que le vimos fue la fuerza del agua; es complicado aclararse el pelo en la ducha. Se nos olvidó comentarlo al propietario, quizás habría tenido solución.
En resumen, hemos estado muy a gusto, y tranquilos. Nos han encantado las vistas al canal y a las casitas del otro lado, que son bajitas y muy bonitas. Recomendable al cien por ciento.