Un alojamiento excelente, buenísimo, muy bien equipado, esta todo nuevo, una decoración con gusto, combina madera, elementos antiguos de la zona y modernidad actual, de una forma minivalista, sin agobios y sin sobre cargar. Da gusto estar en leyendo o viendo la tele en los sillones, te sientes cómodo y descansado como en tu casa (o mejor). Nosotros hemos ido el fin de semana del 8-9-10 de agosto, con dos niños de 3 y 4 años, y hemos disfrutado todos muchísimo. Hemos visitado el parque Cinegético del Hosquillo (una pasada para niños y adultos), el Balneario Solan de Cabras, nos hemos bañado en el rio Escavas en Cañamares y en las piscinas del pueblo. En la próxima me llevo la bike y me subo a la Peña Rubia, hay un entono, sendas y trialeras que son una pasada.
Hemos tenido la suerte de coincidir con unos campamentos infantiles/juveniles en las escuelas y en la piscina del pueblo, y mis hijos han disfrutado de lo lindo, todo el fin de semana haciendo actividades para los niños (segun edades), deporte, juegos, bailes, .... y nadie dudó un momento en involucrar a mis hijos y cualquier otro niño turista en todas las actividades, era como si fueran las fiestas del pueblo para todo el mundo. El pueblo ya es bonito, pero el acogimiento de la gente del pueblo ha sido lo máximo.
Y por último las propietarias Concha y Carmen son una excelentes personas, cuidadosas, gentiles, generosas,... como el resto del pueblo. (Carmen enseñó las gallinas a mis hijos, les permitió darles de comer y luego nos regaló les huevos que habían puesto, ... como ya he dicho antes, una pasada ...)