Hotel pequeño en zona tranquila, con todos los servicios que puedas necesitar para unas vacaciones de calma.
Habitación amplia, nevera!, AC individual y terraza.
Piscina y jardín muy cuidados.
Cerca de un supermercado y puedes ir dando una caminada larga a Moraira si te gusta andar.
El desayuno lo sirve Nicole - la mejor anfitriona del mundo - . Buffet frío con zumos, bollería, fruta y fiambres. Más que correcto. Café rico de moka italiana y creo también de cápsulas nespresso. Lo puedes tomar en la zona de jardín y es maravilloso iniciar así el día.
Ojalá y lo hicieran sólo adultos, ya que los niños maleducados rompen el relax tan bien conseguido por la propiedad. Es mi única observación como mejora.
Volveré =)