Es un hotel con buena ubicación, junto a catedral y el centro de gobierno; pero es un hotel muy viejo, las habitaciones no son como en las fotos, les falta mucho mantenimiento, las que tienen alfombra huelen mal. URGE remodelación y cambio de mobiliario.
El personal es extremadamente amable, eso hace una gran diferencia, están dispuestos a escuchar y ayudar, eso se agradece mucho.